El consumidor moderno continúa evolucionando y cambiando, sus hábitos son más demandantes y por ello busca una oferta diferenciadora bordeando la personalizada.
Ante esta situación, los técnicos de marketing rescatan conceptos antiguos como lo es la segmentación, la misma que permite agrupar a los clientes según sus características o perfiles con el fin de hacerles llegar una oferta diferenciada ajustada en precios.
Aunque el concepto de segmentación es claro, puede resultar su acercamiento puede resultar complejo, ya que la clasificación es crucial para obtener datos necesarios para generar grupos homogéneos, como el tamaño de público, los beneficios de la microsegmentación y finalmente el medio para llegar a la información comercial de cada uno de estos grupos.
Es por esta razón que se desarrollaron diversos tipos de estrategias para poder acercarse a los clientes o potenciales consumidores. Por esta razón se desarrollaron tres tipos de segmentación.
Comportamiento de compra: Es el análisis del proceso de decisión, compra y postventa de un producto, frecuencia, volumen/ unidades y ocasión u oportunidad de compra.
Productos/ servicios: este análisis identifica los motivadores de compra, características diferenciales, beneficios primarios y secundarios esperados y deseados, así como la apreciación de la importante relación entre calidad y precio.
Proveedor/ fabricante: es el que estudia el impacto de la imagen de marca, opiniones influyentes y preferencias del mercado para dar una mejor opción.
Sin duda, cualquier caso de segmentación requiere una investigación apropiada, ya que el mercado se adapta constantemente y con mucha rapidez a todos los cambios en el mundo comercial. Por eso es importante analizar qué estrategia es la que más les conviene para una segmentación de mercado.