Tomás Recargas
El futuro del comercio está sucediendo desde las últimas décadas, su empoderamiento empezó por medio de tiendas multimarcas así como el surgimiento de los shoppings e hipermercados de consumo masivo y finalmente se destacó por la aparición de las tiendas online.
A esto agregamos el contexto de la pandemia, la misma que al restringir la visita a locales comerciales impulsó el uso del comercio electrónico, esto trajo consigo cambios de hábitos en el consumo junto con las nuevas generaciones de necesidades y exigencias.
Además se incrementó la innovación por parte de las ofertas minoristas, al igual que la incorporación de tecnología y análisis de la demanda con data analytics, finalizando con la omnicanalidad de la competencia, tanto física como online.
Debido a las restricciones se suscitaron cambios en los hábitos de compras de los consumidores y esto fue el primer paso para la remodelación del comercio minorista, haciendo que las tiendas de barrio, autoservicios e incluso farmacias se sumen a esta ola de la adaptación digital. Es así que poco a poco la experiencia física fue sustituida por la compra online y envíos a domicilio.
Es así que el comercio empieza de lo físico a lo digital, a esto le sumamos que muchos emprendedores también empezaron a vender de forma online por medio de diferentes canales, principalmente las redes sociales.
Cada negocio empezó a utilizar estrategias diferentes, continuaron dando prioridad al precio versus el servicio, el producto versus la marca, la calidad a bajo costo y el envío a cargo del cliente a través de aplicaciones.
A partir de ese momento los negocios minoristas, en su mayoría se enfocaron en las plataformas digitales para hacer su comercio, esto les permitió crecer de forma exponencial en la última década. Una proyección reveló que si en el 2018 las ventas mundiales llegaban a 3 billones de dólares, se espera que para el 2023 alcancen los 6,5 billones de dólares.
Un cambio que hay que destacar fue la adquisición de capacidades tecnológicas, ya sea por parte de las empresas como de los usuarios. Hoy por hoy, con el fuerte empoderamiento de la inteligencia artificial se espera que muchos procesos se optimizan para mejorar la experiencia de ventas en línea de los clientes.